jueves, 10 de marzo de 2016

ODISEA EN AMÉRICA (EPISODIO #94)


En un abrir y cerrar de ojos se había parado, como si la casilla no hubiese rodado. Yo la observaba atónito, pero huir era prioritario, entonces daba un par de pasos y entrelazando las manos por debajo de mi entrepierna esperaba su pie para servirle de apoyo y ayudarle a superar la puerta. Apenas un metro nos separaba del próximo compartimento. Guardando un tenso silencio apoyaba su pie derecho y se elevaba con la cola en mi jeta. Con los codos en el marco de la puerta pasaba su cuerpo entero y se volteaba para darnos asistencia. Primero le pasaba a Astor. Curiosamente se mostraba sumiso. Tenía que poner a prueba mi fuerza. Sofía daba una mano aferrándose a mis muñecas. En cuestión de segundos abandonábamos la puerta. El techo era de madera y estaba repleto de objetos. Tanto era así que golpeaba mi rodilla izquierda con la alacena.